En recuerdo de Joshua Michael Bouma
Como muchos de ustedes ya habrán oído, nuestro hijo de 28 años, Joshua Michael Bouma, desapareció buceando en apnea por langosta con su mejor amigo, Daniel Burke, el sábado 13 de febrero, alrededor de las 9:45 pm en el Parque Estatal El Morro. Josh era un apneísta, surfista y acuarista muy experimentado, y debe haber buceado en el mismo lugar cientos de veces antes.
En unas condiciones cada vez peores, con un creciente oleaje y una fuerte corriente del sur, Josh se separó de su compañero de buceo en medio de un fuerte oleaje. Al no poder encontrar a su compañero, Daniel me llamó a mí y luego al 911 inmediatamente después de que Josh desapareciera. Aunque las condiciones eran difíciles, sabíamos que con la experiencia y el equipo de Josh tenía muchas posibilidades de pasar la noche y teníamos la esperanza de encontrarlo con una bolsa de langostas en una de las calas vecinas preguntándonos por qué tanto alboroto.
El jefe John Rose de la Guardia Costera de los Estados Unidos, junto con el guardabosques Paul Andrus del Servicio de Parques del Estado de California, coordinaron una heroica búsqueda de Josh por parte de varias agencias junto con los socorristas de Laguna Beach, los socorristas de Huntington Beach, los bomberos y la policía de Laguna Beach, el departamento del sheriff de OC y otros socorristas de otras agencias. La gente y los recursos llegaron a la escena en menos de una hora con un helicóptero de rescate, barcos de respuesta, y múltiples socorristas en el agua siguiendo poco después con la esperanza de encontrar a Josh a salvo. Buscaron hasta bien entrada la noche y la mañana, y hasta el atardecer del día siguiente. Cubrieron 138 millas cuadradas y 21 horas de búsqueda continua por mar, tierra y aire.
Aprecié mucho que el jefe Rose se tomara el tiempo de escuchar mi razonamiento de por qué Josh tenía la experiencia, el equipo y los conocimientos necesarios para tener una oportunidad real de salir de esta crisis, y me dijo que esta era en parte la razón por la que ampliaron la búsqueda hasta el atardecer del día siguiente. La cantidad de tiempo, personal y recursos que todos coordinaron para nuestro hijo, dio a Josh una oportunidad real. La voluntad de cada miembro de cada equipo de ponerse en peligro en condiciones muy duras para salvar un alma los convierte realmente en héroes.
Al salir del barco de Ryan el martes, Jeff Mitchell me tendió la mano y me ayudó a buscar alrededor del punto en E-bay. Mitch Zehner también llegó, y justo cuando íbamos a dirigirnos a otra cala, recibí un par de llamadas: una de Hayden y otra de Daniel que decían que habían oído a través de la comunidad que un buceador había sido sacado del agua en el punto de surf de Church, justo debajo de Trestles, a unas 20 millas al sur.
Daniel Burke hizo un gran trabajo al contactar con la comunidad de pescadores submarinos de OC para pedirles que estuvieran atentos a cualquier señal de Josh, pero sobre todo que estuvieran seguros. Desde el momento en que los guardacostas y las autoridades locales suspendieron la búsqueda de nuestro hijo, nuestros amigos y familiares no se limitaron a ofrecer su apoyo, sino que tomaron medidas inmediatas para ayudar en la búsqueda.
Paul Caputo y Morgan Hill se coordinaron para llevarnos a mi hijo Evan y a mí en el barco de Morgan a primera hora de la mañana siguiente para buscar en las calas. Para cuando me bajé del barco de Morgan, Hayden Socci y Ryan Miller estaban allí para recogerme en el barco de Ryan y estábamos escaneando la costa con prismáticos de alta potencia.
He visitado a Perry Boyer, de Beach Cities Scuba, Laguna Beach, para preguntarle si podía hacer correr la voz a la comunidad de buceadores para que, por favor, busquen cualquier signo de equipo que pueda haber sido arrastrado a las calas vecinas. También le pregunté si tenía algún buceador de recuperación de nivel maestro que pudiera ayudar, y me dijo que tal vez me llamaran.
Al cabo de una hora de salir de la tienda recibí una llamada de Chuck Hudson, un instructor de buceo que dirige una empresa de rescate privatizada que se ofreció a organizar su equipo de cuatro hombres en cuestión de horas. Recogimos al equipo de Chuck en el barco de Ryan y realizamos la primera inmersión de ese día. Chuck y su equipo eran un grupo increíble y, de nuevo, tuvimos la suerte de que nos enviaran a estos chicos. El equipo de Chuck volvió a bucear a la mañana siguiente, pero no encontró ninguna señal de Josh. Esto fue agridulce, ya que teníamos miedo de lo que pudiéramos encontrar, pero teníamos que traer a Josh a casa.
Aunque las autoridades no pudieron verificar nada, nos dirigimos directamente hacia abajo, y muchos más familiares y amigos nos siguieron también. Tenía suficiente información de la comunidad para saber que habíamos encontrado a Josh incluso antes de llegar. A los surfistas que sacaron a Josh del agua y a los amigos de la comunidad que hicieron las llamadas, gracias de todo corazón.
Aunque se nos rompió el corazón al encontrar a nuestro hijo sin vida, usted ayudó a nuestra familia a cerrar el círculo al verlo en el suelo. Josh parecía realmente tranquilo y, por lo que pudimos deducir de su estado, probablemente quedó inconsciente en el fuerte oleaje y no sufrió. Lo más importante es que nuestra familia cree que se fue en paz.
Para aquellos de ustedes que no han visto a Josh durante algún tiempo, es posible que sepan que en el pasado estaba pasando por algunas luchas personales y desafíos de salud mental. Josh superó estas tremendas luchas, y estos últimos meses han sido un regalo de Dios. Estaba feliz, optimista sobre el futuro, con un nuevo trabajo, un nuevo coche, y de vuelta al antiguo Josh. Practicaba la pesca submarina, el surf y la pesca en todos los momentos libres que tenía y volvía a relacionarse con sus amigos y su familia.
Estoy adjuntando (se muestra) algunas fotos recientes de Josh de los últimos dos meses, incluyendo dos de un viaje de última hora que tomamos hasta Rincón donde anotó surf épico y un maravilloso viaje de pesca submarina a Catalina. La última inmersión que tuve junto a Josh fue con él y Daniel la semana pasada. En 15 minutos, Josh disparó su fletán y estaba tan emocionado de haber sacado un pez que pudo llevar a casa y cocinar para sus abuelos.
Josh falleció buceando y haciendo lo que le gustaba, y fue encontrado por sus hermanos surfistas. Aunque esto no hace que la pérdida de Josh sea menos trágica, lo que más nos reconforta es que estos últimos meses hemos vuelto a estar todos juntos como familia, y Josh se ha reencontrado con viejos amigos. Quería a todo el mundo, y sabía que era querido por toda su familia y amigos, y por eso creemos de verdad que ahora está en paz.
Rezo para que todos estéis seguros en lo que hacéis y para que cuando surja la oportunidad de reuniros con un amigo o familiar, la aprovechéis.
Con cariño,
Mike, Christine, Corrin y Evan Bouma
Huntington Beach, CA